Cuando el pasado mes de
septiembre regresamos a las aulas, pedimos confianza en el trabajo que se había
realizado desde el centro para que el entorno escolar fuese un lugar seguro en
el que nuestros alumnos y alumnas pudiesen aprender y ser felices como mejor
garantía para su futuro.
Es cierto que el curso comenzó
lleno de miedos e incertidumbre y que, como consecuencia de la pandemia, nos
hemos visto obligados a cambiar muchos aspectos relacionados con el
funcionamiento y el modelo organizativo al que estábamos acostumbrados. Por
eso, agradecemos profundamente la comprensión y colaboración que habéis
demostrado las familias con las medidas aplicadas para dar continuidad a la
enseñanza presencial.
Sin embargo, los auténticos
protagonistas son los niños y las niñas. Ellos y ellas se merecen el mayor de
los aplausos porque, una vez más, han puesto de manifiesto que son un gran
ejemplo de coherencia y responsabilidad, de valor y fortaleza, de optimismo, resiliencia
y simpatía constante.
¡Enhorabuena, chicos y chicas! Y
muchas gracias por hacer fácil lo difícil, siempre con una sonrisa en el
rostro.
Disfrutad del merecido descanso.
¡Feliz verano!