El aprendizaje cooperativo es una metodología que se basa en
dividir a los alumnos de una clase en grupos reducidos con el único fin de
trabajar en conjunto y de forma coordinada para ayudarse unos a otros,
adoptando un sentido de pertenencia a ese grupo. Así, cada alumno profundizará
en su aprendizaje.
Algunas características de esta metodología son:
Grupos mixtos y heterogéneos.
Cada integrante del grupo aporta sus conocimientos y aplica sus
capacidades para que entre todos puedan trabajar en equipo,
ayudándose unos a otros. Uno no conseguirá su objetivo hasta que el resto del
equipo lo consiga.
Beneficios del aprendizaje cooperativo
Veamos ahora cuáles son los beneficios de esta
metodología para los alumnos que se implican en ella:
Al contar con el apoyo del resto del grupo, los alumnos se
sienten más motivados para resolver las tareas.
Desarrollo de actitudes positivas como el compromiso y la
proactividad.
La calidad de las actividades es mayor que si se hicieran de forma
individual.
Los conceptos se dominan con más soltura y esto implica la
adquisición de más conocimientos.
El desarrollo social además beneficia en el ámbito emocional y
personal del alumno.
Además de todos estos beneficios, queremos resaltar otra ventaja
importante. Cuando se hacen estos grupos pequeños y se aplica la metodología de
un aprendizaje cooperativo, el docente tendrá más tiempo para dedicárselo
a otros alumnos que lo necesitan más.
El aprendizaje cooperativo se fundamenta en los siguientes puntos:
1. Creación organizada de grupos
Dependiendo del espacio en el aula, se organizan grupos
pequeños que pueden clasificarse en esta tipología: grupos de base,
formado por 4 alumnos, heterogéneos y permanentes; grupos esporádicos, son
equipos heterogéneos y homogéneos sin límite de número de alumnos; y grupos de
expertos, similar a los grupos de base, donde un alumno toma el mando para
explicar algo al resto de su equipo.
2. La planificación
En todo equipo tiene que haber unas normas que acatar. Además,
cada uno debe asumir un rol (alguien que coordine, que sea el
portavoz, el responsable del material, etc.).
Por otro lado, el equipo debe llevar un seguimiento del trabajo y
cuando el resultado es positivo, toca celebrar la consecución de esos
objetivos. Esto, sin duda, servirá para hacer más fuerte al grupo.
3. La responsabilidad grupal
Como hemos dicho, el éxito no depende de un solo integrante del
equipo, sino de todos. Aquí es necesario un compromiso por
parte de cada uno para cumplir los objetivos del grupo.
4. Dinámicas y habilidades interpersonales
Solo hay una forma de conseguir el éxito y eso es ayudando
al compañero, con respeto. Y para ello, a veces habrá que motivarlo y
resolver dudas, en caso de haberlas.
Los resultados se logran gracias a la aportación y al esfuerzo de
todos.
Por otro lado, cada integrante del grupo desarrollará habilidades interpersonales para comunicarse con sus compañeros, organizarse, resolver conflictos y tomar decisiones.
5. Evaluación y autoevaluación
Los alumnos tendrán que analizar de forma conjunta qué les falta
para conseguir sus objetivos y si la relación entre todos es respetuosa y
transparente.
En cuanto a la evaluación, una muy práctica es el uso
de rúbricas de evaluación. Donde además de utilizarlas el profesor, podrán
usarla los equipos para calificar su desempeño.
Una vez analizados todos estos aspectos relacionados con el aprendizaje colaborativo, os informamos de que a partir de este curso escolar vamos a incorporar esta metodología como seña de identidad del trabajo que los docentes realizamos en las aulas de infantil y primaria del CEIP Clara Sánchez.
Seguimos sumando y caminando juntos hacia la escuela que queremos: una escuela que emociona, una escuela emocionante.